La universalidad de la Educación (Primera parte)
“Las Universidades no son propiedad de un grupo social determinado, pertenecen a todos en el sentido de que el conocimiento es un patrimonio de la humanidad”
¿Cuáles son las responsabilidades de las Universidades (y en general de todos los niveles educativos) como organismos sociales, frente a la apertura de oportunidades educativas para todos?
El concepto “universabilidad” referido a la educación se puede relacionar con dos aspectos del hacer educativo:
El primero se refiere al derecho de todos los seres humanos, sin excepción, de recibir educación formal a través del apoyo social, mismo que, centrado en la administración pública, llámese gobierno, debe recibir. Este derecho es fuente de la educación gratuita.
El conocimiento es patrimonio humano y por tanto, todos debemos recibir ese conocimiento en la medida de nuestras posibilidades intelectuales y no solamente en la medida de nuestras posibilidades económicas. La función del gobierno, administrador de los intereses fundamentales de las sociedades humanas, es procurar y lograr que ese derecho se ejercite para todos, plenamente.
En el caso específico de las Universidades, estos ya como organismos sociales, pertenecen en su organización y en sus finalidades educativas a todos, en el sentido de que el conocimiento que imparten va dirigido al apoyo de las necesidades que un conjunto social especifico requiere para su desarrollo y crecimiento económico y cultural. Por tanto, las universidades deben estar abiertas a recibir a todo aquel que, reuniendo los requisitos de gradualidad académica necesarios, pretenda continuar su educación en ese nivel. No resulta concebible para una sociedad que se pretenda calificar como democrática, la existencia de estudiantes que, por razones ajenas a su capacidad intelectual y de conocimiento, no puedan ejercer el derecho a recibir educación formal más avanzada con el pretexto de que no existe capacidad material de recibirlos en las instituciones educativas.
Las universidades deben entonces (y naturalmente que los gobiernos) tener como objetivo de servicio educativo, extender éste a su mayor capacidad para cubrir las necesidades sociales de su entorno social. Esto es: desarrollar su cobertura total. La existencia de la educación privada, en la que el estudiante tiene que pagar por ser educado es, sin restar méritos académicos a la misma, una prueba de que un Estado no esta cumpliendo con su obligación, tendencia que actualmente se ha presentado con las políticas neoliberales y su afán de privatizar la educación, en razón absurda de que una educación impartida por el sector privado es garantía de mejor servicio, olvidando con ello que lo que esas instituciones enseñan (su producto a venta) es patrimonio de la humanidad: El conocimiento
La educación formal universitaria es un derecho de todos y debe ser ofrecida en planos de igualdad y de posibilidades a todos.
Cito las palabras del gran pensador ruso Pedro Kropotkin “Sin igualdad no hay justicia y sin justicia no hay moral” y dejo el segundo aspecto de “universalidad” para una siguiente aportación.
Alberto Guzmán Lavenant