La universalidad de la Educación (segunda parte)
Siguiendo con el tema propuesto y que se refiere al concepto de universalidad aplicado a la educación, pasamos ahora a tocar el segundo aspecto de este hacer dentro de esa universalidad y aquí nos referiremos al planteamiento, primero de la pregunta que versa sobre cuáles conocimientos resultan prioritarios para impartirse en una sociedad dada, sobre todo en los niveles superiores de la educación ya que en los anteriores el conocimiento impartido, al no ser especializado, resulta mucho más general y, con ciertas reservas al expresarlo, abarca prácticamente todo el saber humano aunque de manera, hasta cierto punto, menos profunda.
Aquí tenemos entonces dos preguntas concretas: ¿qué conocimientos especializados se deben impartir en las universidades o escuelas profesionales? y ¿Se debe establecer como prioridad de enseñanza las profesiones que están relacionadas básicamente con los intereses materiales de una sociedad dada?
En respuestas a lo anterior y tomando la segunda pregunta en primer lugar, pareciera que los gobiernos actuales y no tan actuales, han procedido precisamente en este sentido: Las profesiones más desarrolladas son las que están relacionadas con el hacer productivo de una sociedad. Con ello hablamos del desarrollo mayoritario de profesiones ingenieriles o científicas, en el sentido de la aplicación práctica de la ciencia y las relacionadas con servicios al apoyo administrativo y legal de estas actividades. Esto por un lado y, por otro, tenemos que algunos gobiernos prefieren establecer instituciones educativas más, llamémoslas “económicas”, donde la inversión no represente mayores gastos que la nómina y algunos que otros talleres que no representan mayores erogaciones financieras, como es el caso de las profesiones administrativas. Otros gobiernos, en cambio, que pretenden mayor desarrollo industrial en sus países, dan prioridad a las instituciones de educación técnica y científica, pero todo ello en función del tener material, del desarrollo material.
Aquí volvemos a la primera pregunta: ¿qué conocimientos especializados se deben impartir en las universidades o escuelas profesionales? y tal pregunta pudiera, para algunos, ser contestada con los argumentos anteriores, pero aquí cabe nuevamente una reflexión y pregunta y que la considero fundamental:
¿El desarrollo del conocimiento para el tener y hacer material garantiza verdaderamente la supervivencia de la especie humana? y mi respuesta inmediata es no, definitivamente no. El desarrollo del ser humano no va solo en su desarrollo físico o de comodidad material, sino también implica su mundo interior, su espiritualidad. Negar esto es negar la vida misma del ser humano. El ser humano completo abarca su mundo interno y su vida material. No basta entonces establecer y desarrollar profesiones que garanticen el bien material, sino también es necesario y más que necesario, fundamental, las profesiones que desarrollan el arte y el mundo espiritual humano. Tan importante es una escuela de ingeniería como una escuela de filosofía o de teatro.
A todo esto yo le llamo universalidad en la educación en sus dos vertientes: Educación en oportunidad para todos y educación en todo el saber humano y para todos.
Creo entonces que, cuando se establezca una educación de hecho, y no de palabras, que desarrolle a un ser humano en un humano completo, se podrá decir, como lo menciona el lema de la Universidad Autónoma de Baja California, México y que expresa perfectamente el objetivo de la educación y su sentido social: Una educación “por la realización plena del hombre”.
Alberto Guzmán Lavenant
Until I found this I thought I’d have to spend the day inidse.