Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes
Los libros nos invitan a emprender un viaje de aventuras en donde se desconoce el final. Adentrándonos en ellos aprendemos a conocernos a nosotros mismos y a entender un poco o un mucho los porqués de los demás. Amamos, reímos, lloramos, soñamos metiéndonos de forma inexplicable en la piel de los personajes para acabar descubriendo que, en metas de placer o catarsis, al terminar de leer ese libro que nos ha ido transportando de un momento real a otro imaginario, tenemos la sensación de que algo ha pasado en nosotros, algo ha cambiado en nuestro interior y la realidad de la ficción hará que nuestros pasos sean otros en la ficción de nuestra realidad cotidiana.
Empezamos el viaje por los libros. Si importante es saber lo que el libro le dice a otros, tanto o más lo es saber qué te dice a ti.
Nos vemos en Prosa.
Patricia F. Romero