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Nuria Ruíz de Viñaspre nació en La Rioja, España, el 13 de agosto de 1969. En ella, su mente clara y ávida de conocimiento palpita en cada una de las líneas que dibujan sus manos sobre la página blanca. Pronto, en las respuestas que nos da, vais a descubrir de dónde llega el combustible que mueve el motor de su literatura; pues, tras la sencillez y espontaneidad de sus palabras, observa la complejidad de un espíritu de bases firmes. Vais a descubrir a la mujer que vive por y para la literatura porque su mirada es literatura y literatura en ella es experiencia, estudio y realidad. Su vida se mueve alrededor de las letras: compagina la escritura con su trabajo de editora de textos de la editorial Anaya; ha participado en diversos Festivales de Poesía; está con sus poemas, entre otras, en las revistas literarias Babat, Texturas, Ariadna, Cuadernos del Lazarillo, El invisible anillo, etc. Tiene publicados:
Tablas de carnicero, publicado por Luces de Gálibo (2010)
El pez místico, publicado en Olifante Ediciones (2009)
La geometría del vientre, editorial Poesía eres tú
Desvaríos subterráneos.
Y en versión bilingüe español-portugués encontramos:
Ahora que el amor se me instala
El campo de tus sueños rojos
El hilo morado de la ternura
Ha sido galardonada con los premios:
– XX Premio Ciudad de Tudela de Poesía de Navarra, 2004
– Finalista Premio de la Academia castellano-leonesa de Poesía
– Finalista en el IX Premio Internacional de poesía Gabriel Celaya
Mara.- En nuestro afán de mover literatura, enlazamos autores actuales a través de los mismos autores. La semana pasada, tuvimos en Arte Fénix la entrevista con Verónica Aranda. Ella se mostró conocedora y admiradora de tu trabajo como escritora, como has podido comprobar. Nos gustaría que le contestaras a Verónica desde «Moviendo Literatura» ¿Qué le dices?
Nuria.- ¡¡¡¡Que exagerá!!!! aunque confieso que desde el principio ha habido una especie de sinergía de su poesía con la mía.
Mara.- ¿Conoces tú la obra de Verónica Aranda? (Si la conoces, ¿qué destacas en ella?)
Nuria.- Tanto es así que tiene ya un espacio más que reservado en mis estantes, que por cierto hoy día están llenos de todos sus títulos. Destaco sobre todo su lenguaje. Sencillo. Aromático. Es un placer para todos los sentidos, no sólo para la vista. Su poesía rezuma olores y sabores que nos llegan de otros mundos. Me llamó la atención desde el primer momento con su Cortes de luz. Creo que fue un sentimiento mutuo. Esa filosofía hindú que ella vivió en la India, y yo hablando de una filosofía parecida desde estas tierras. Eso nos unió mucho. Admiro su juventud y los viajes que lleva tras las espaldas. Le dan mucho y ella lo sabe aprovechar.
Mara.- ¿Quién es Nuria Ruiz de Viñaspre? ¿Cómo te definirías?
Nuria.- Sólo soy. Sencillamente. Me dejo a mí misma ser. Y en esa sencillez me introduzco en este mundo a veces raro a veces maravilloso en el que estamos plantados como flores altas. Trabajo y doy gracias por ello, dado el día que vivimos, y escribo tantas veces como respiro.
Mara.- ¿Qué es la oscuridad para ti?
Nuria.- Siempre viajo de la oscuridad a la claridad más meridiana para escribir. Para mí la oscuridad, mi oscuridad, es el reducto necesario desde donde escribo. De dentro hacia afuera. De mi adentro a tu afuera.
La oscuridad podría ser nuestro interior, aquel reducto donde nunca llega el sol, pero que cuando lo sacas afuera al sol, irradia una luz maravillosa para volver a replegarse en tu interior pero cargado de luz y de vida. Yo he visto esa luz en muchas personas de mi alrededor.
Mara.- Seguramente, habrás leído o escuchado en alguna parte que los sueños son una utopía hasta que se hacen realidad. ¿Crees que los sueños se hacen realidad?
Nuria.- ¿Qué más da que se hagan o no realidad los sueños? lo importante es que son un lado imprescindible en nuestros mundos interiores. Nuestros lados neptunianos. Los que sacan lo mejor de cada uno de nosotros. No deberíamos jamás amputar ese lado que todos tenemos.
Mara.- ¿Qué es lo que más te ha costado conseguir hasta ahora?
Nuria.- Todo y nada. No me puedo quejar, eso sí, lo que tengo o dejo de tener lo he conseguido por mí misma. Ese es mi mérito o mi des-mérito. Que por ínfimo que sea a veces lo que consigo en la vida, para mí es suficiente. Los días en que me levanto más pesimista suelo pensar esa frase de; madre mía, lo que a otros no les cuesta nada a mí me cuesta sudor y lágrima, pero supongo que este pensamiento es universal en esos días raros que todos tenemos.
Mara.- ¿Sientes que sigue viva en ti la niña que fuiste? ¿Cómo es esa niña?
Nuria.- Deseo creer que sí. Aunque la niña de la que hablas era un ser extremadamente introvertido. Le asustaba asomarse al mundo, así que se creó un mundo paralelo y seguro donde solía jugar juegos individuales. Es cierto que de pequeña era muy traviesa con mis hermanas a las que adoro, pero mi mundo interior siguió con esos juegos en la adolescencia, escribir y escuchar música. Eran mis dos únicos vicios de adolescente. Para mí era muy similar a un viaje. Así que fíjate si fui tardía en todo, entendiendo como todo, el mundo de ahí afuera. Ahora soy un ser contradictorio y a veces absurdo. Hay días que me gusto más que otros pero convivo bien conmigo misma y con aquella niña tímida aunque traviesa que sigue aún mis pasos.
Mara.- ¿Has sentido alguna vez rechazada tu escritura?
Nuria.- Claro. No de una manera directa. Pero subversivamente pienso que mi escritura más que ser rechazada, o todo esto no lo genere más que mi cabeza, o quizá sea más exacto decir que no es una escritura convencional, dentro de unos cánones. Me muevo con plena libertad y eso a veces tiene un precio, un precio que por supuesto pienso seguir pagando para no acabar sacrificando mi propio- lenguaje. Un claro ejemplo de esto que te cuento pueden ser la línea editorial de un grupo editorial en la que sabes que no entras ni lo intentas pues consideras que tus textos no entran en esa “línea”. El día que tenga que ganarme la vida escribiendo «poesía» me lo replantearé y vaya usted a saber si sería capaz de escribir lo que otros necesitan leer. Supongo que este pensamiento surge en mí porque escribir para mí es algo natural. Me dejo llevar. No decido sobre mis manos, más bien ellas deciden e inciden en mi cabeza. Siempre me ganan el pulso. No sé, es un pensamiento que acaba de venirme.
Mara.- ¿Crees o piensas que la escala de valores está en declive en nuestras sociedades actuales? ¿En qué valores te formaste?
Nuria.- Rotundamente sí. Uno no se forma solamente en la infancia, a veces ni siquiera es totalmente educacional. Lo social, lo ambiental…. todo tiene su por qué. Ahora mismo me pillas en una etapa en la que pillo al mundo en otra estancia llena de escepticismo. Tendríamos que resetear el mundo y a nosotros mismos…
Mara.- ¿Tienes una meta trazada o sigues el rumbo según vienen las cosas?
Nuria.- Si te refieres a una meta en el campo de la escritura, no. No quiero -mejor dicho, no busco- llegar a ningún sitio en especial aunque tampoco soy capaz de mantener quietas mis manos. Supongo que intento tener mis manos al día, que en cuanto tengo más o menos un trabajo terminado, concluido, que nunca concluyes un libro más bien ellos te abandonan a ti, mi cabeza por inercia va gestando otro casi al unísono.
Mara.- ¿Cómo compaginas trabajo y escritura?
Nuria.- Con muchas horas que sacrifico en hacer otras cosas. Soy totalmente diurna y muy madrugadora, incluso los fines de semana. Tengo bien educado mi cuerpo -o muy mal, pensarán otros- pero mi reloj interior me tira de la cama muy temprano y con la cabeza llena de ideas frescas que arrastro de mi mundo más onírico. A las cuatro o cinco de la mañana puedo estar totalmente despierta y tras un fuerte desayuno ponerme frente a una página en blanco sencillamente a escribir, a veces no existen las horas y en cualquier momento siento la necesidad. para mí escribir es disfrutar, es un ejercicio como el que se va al gimnasio, eso sí, yo no tengo horarios, soy muy ácrata, pero en fin, supongo que este ejercicio me viene bien porque luego todo llega relativamente solo.
Mara.- ¿Qué es para ti la literatura y en qué sentido ves que va avanzando, si es que la ves avanzar?
Nuria.- Te voy a contestar con una cita de Pizarnik: «La vida perdida para la literatura por culpa de la literatura. Por hacer de mí un personaje literario en la vida real fracaso en mi intento de hacer literatura con mi vida real pues ésta no existe: Es literatura.»
Mara.- Ante qué te sientes limitada o coartada.
Nuria.- Limitada ante las injusticias y me coarta la soberbia.
Mara.- ¿Qué te motiva a escribir?
Nuria.- Lo mismo que me motiva a respirar. Una sencilla necesidad natural. no hay nada detrás. Es algo inconsciente. Mis manos están llenas de ideas y son la desembocadura de mis ideas. Mis dos tablas de salvación.
Mara.- ¿A los libros que se suelen publicar hoy en día en las grandes editoriales, qué grado de calidad les otorgas?
Nuria.- El nombre de la editorial -personalmente a mí- me viene a decir si guardan o no una digna calidad sus autores. Pero para nada este hecho es así de rotundo. Cuando busco un libro, no busco un nombre de editorial, busco la poética de un autor que me es afín, o descubro un libro nuevo que al abrirlo me atrape esos primeros instantes. Me hago con él aunque la editorial sea una desconocida…. El nombre de la editorial es secundario, pero insisto, hay que reconocer que hay editoriales que tienen una línea editorial muy marcada y facilita a sus lectores el trabajo de la elección. Si yo suelo leer mucho a un determinado autor que siempre publica en la misma editorial, puede que este hecho me lleve a indagar más en otros autores de la misma editorial.
Mara.- Cuéntanos cómo ha sido tu avance como escritora. Nos gustaría saber cómo, y bajo qué motivo, han ido surgiendo tus libros y que nos adelantes algo de tu último proyecto “Órbita de cementerio”.
Nuria.- Tengo recuerdo de escribir desde muy joven. Y ni aún ahora he tenido conciencia ni consciencia de hacerlo profesionalmente, aunque me dedique al mundo del libro y de la edición…. Pero bueno, ciñéndome a la pregunta, y a la poesía más exactamente, el único y no poco avance que creo haber tenido ha sido la síntesis. El arte de sintetizar. Decir lo mismo pero con las palabras. En cuanto a Órbita cementerio es un trabajo que habla de los des-hechos, los des-perdicios. En esta ocasión pongo en la balanza por un lado esa zona orbital, ese cementerio espacial donde va a parar toda la basura espacial, y en el otro sopesado, la basura que nosotros y no otros, desde este planeta vamos dejando a nuestro paso…. este poemario habla quizá del escepticismo en el ser humano, de su lado menos bueno, de la suciedad física y psíquica que a veces hace costra en nuestra carne. No sé, estoy aún en ese proceso así que todo es susceptible de un cambio de rumbo… porque nunca acaba siendo lo que inicialmente planteaste… en el recorrido surgen tantas otras cosas…
Mara.- ¿Qué época de la literatura es la que más atracción ejerce sobre ti y por qué?
Nuria.- La romántica. Los alemanes románticos me han dado no sólo buena literatura sino también buena música.
Mara.- De los clásicos, ¿Cuál es el autor o autora que más te ha impresionado y, en concreto, qué poema o novela está siempre presente en tu mente?
Nuria.- Uf, comencé muy joven -y no es una pedantería, dios me libre- leyendo a los clásicos, Ovidio, Catulo, Homero, Propercio… mis manos han sido siempre caprichosas pero consecuentes. Cuando necesitaba leer a los clásicos, no salía de ese bucle, cuando precisé de la literatura medieval o cortés, de nuevo me introduje en sus mundos… los románticos también los he devorado y aún hoy lo hago. No podría darte nombres. Para mí no son nombres, son filosofías de vida. Me quedaría con mucho de cada una de ellas.
Siempre presente en mi vida está Holan, Maillard, la filosofía de Schopenhauer, o de Kierkegaard… a Syzmborska, no sé, borraría todos estos nombres porque me dejo cientos en ese lado de la memoria que ahora no responde. La verdad es que leo muy poca narrativa casi nada, leo poesía, ensayo y filosofía… que no dejan de ser narraciones reales.
Mara.- La metáfora, el cultismo, el lenguaje barroco, la expresión clara… ¿Cuál es tu preferencia cuando te enfrentas a la lectura de un texto y cómo definirías tu estilo a la hora de escribir?
Nuria.- Sin duda alguna nado bastante bien en el océano metafórico. La descripción y a veces hasta un excesivo uso de ese otro mundo adjetival que lo define todo, lo disfruto muchísimo…
¿Mi obra? La definiría simbolista. A pesar de utilizar un lenguaje claro y directo, como si el lector estuviera mirando una imagen, siempre hay un mensaje que subyace bajo la superficie de esta realidad.
Mara.- Hay un texto medieval en latín, un poema, del siglo XIII, que ha sido fuente de inspiración para muchos creadores. De este texto, Lope de Vega hizo una versión conmovedora, que publicó en 1614 como Rimas Sacras, y no menos conmovedoras son las notas que surgieron de un gran número de compositores como Josejh Haydn, Antonio Vivaldi, Rossini, Franz List, Giovanni Battista Pergolesi, Gioachino Rossini, Alessandro y Doménico Scarlatti… «Stabat Mater dolorosa» es el primer verso de este poema y sé que es una plegaria que ronda tus momentos. ¿Adónde te lleva cuando la escuchas?
Nuria.- Me parece curioso que menciones un Stabat Mater en esta pregunta. Igualmente que menciones a Pergolesi o a los Scarlatti. porque este último mes es lo único que he escuchado. Necesito música para escribir. Para escribir y bueno también para vivir. Cualquier Stabat Mater me lleva justo donde quiero llegar y en el tiempo-destiempo que requieren mis manos. La mater dolorosa, la dolorosa que llora la muerte de sus hijos y la mater dolorosa por excelencia, la naturaleza, a la que tanto castigamos…
Mara.– ¿Qué cosas alteran el centro de Nuria Ruiz de Viñaspre?
Nuria.- La realidad. La realidad es pura alteralidad. Siempre supera la ficción. Y de ese mismo modo me baso en ella. De hecho, ahora que lo pienso, creo que nunca he escrito algo “fantástico” o que no haya sucedido cerca de mis ojos o que mi olfato no haya alcanzado a oler, o que no haya visto en unas imágenes de algún telediario, o sobre la vida del vecino, aunque viva lejos de mí. Toda mi obra versa sobre la realidad. A veces será mi misma realidad y otras la de los demás. A veces es la realidad interactuando entre esa primera –yo-, y el resto… eso sí, insisto, con un mundo simbólico detrás de cada una de estas realidades.
Mara.- ¿Nos dices el nombre y la obra del último autor o autora vivo que has leído? ¿Qué opinión te merecen obra y autor o autora?
Nuria.- Lo último último último, el libro de Mar Benegas, Niña Pluma Niña Nadie.
Mara.- Si la tuvieras ahora delante, ¿qué le dirías a Mar Benegas?
Nuria.- Personalmente que siga en esa línea, porque nadamos en las mismas aguas, o debiera decir en el mismo Mar (sonrío). En esa línea social, la de la denuncia, esa voz alta nada anónima que denuncia. La que está del lado de los débiles… He disfrutado mucho su Niña Pluma Niña Nadie.
Muchas gracias, Nuria. Es un placer tenerte en Arte Fénix. Y en honor a ti y como homenaje a todas las madres del mundo, incluida la madre Naturaleza que crea, acoge y avanza, paso este regalo al que, personalmente, pongo un sello y envío con destino al cielo. Mi madre se llamaba Dolores:
«Stabat Mater», de Giovanni Battista Pergolesi, cantan Andreas Scholl y Bárbara Bonney (Recomiendo escucharlo mientras se lee el poema)
Stabat Mater dolorosa
1.Versión de Lope de Vega, Rimas Sacras
La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía.
Cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
2.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
3.
Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
Y ¿quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
4.
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
5.
¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.
6.
Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
7.
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo.
Porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.
8.
¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea.
Porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.
9.
Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio.
Porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.
10.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén.
Porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.
Web de Nuria Ruíz de Viñaspre