¿Educar para Ser o Tener?

A partir de esta primera reflexión sobre el tema educativo y gracias a la invitación gentil de Mara Romero Torres para convertirme en Adalid del tema de educación, tema y área que me resulta muy familiar debido a mi experiencia acumulada por ya muchos años en este sector del quehacer humano, fundamentalmente en los niveles de educación superior y aun, en otras épocas, en los niveles primarios de educación para infantes, he querido comenzar mi colaboración con esta primera pregunta:

¿Educar para Ser o Tener?

Es muy frecuente actualmente escuchar que la educación, a todos los niveles, no esta dando los resultados sociales deseados. Es también frecuente escuchar que se ensayan diferentes formas del cómo enseñar y escuelas de métodos de enseñanza van y vienen y siguen los defectos en los logros de los fines supuestos de la educación. Se prueban ahora y como una religión, las famosas certificaciones de los planes y programas de estudio, certificaciones que se llevan una cantidad enorme de tiempo en documentar tales procesos. Muchos gobiernos presionan a los sectores educativos públicos para que a partir de esas certificaciones, los recursos económicos les sean asignados. También existe una enorme presión de algunos sectores económicos para justificar la desaparición de la educación pública gratuita debido a ese supuesto fracaso de la educación.

¿Que es lo que sucede en realidad? ¿Se ha convertido la educación en un campo de fracasos sociales o son otros factores más de fondo los que nos han llevado a una crisis educativa casi general? ¿Los tiempos pasados fueron mejores, porque mejores eran los alumnos o los maestros? Todas estas preguntas van de la mano y es evidente que la educación, concebida como” El desarrollo o perfeccionamiento de las facultades intelectuales y morales del niño o joven…” o bien, como lo menciona el Articulo Tercero de la Constitución mexicana y que en sus conceptos generales es similar a otras normas supremas jurídicas de otros países “La educación…tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentar en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de solidaridad internacional, en la independencia y la justicia” no se está logrando a cabalidad y los culpables, definitivamente, de tal situación no son los que educan ni los educandos. La respuesta es sencilla:

La educación no esta resultado socialmente satisfactoria porque los responsables de establecer los fines educativos generales de una sociedad, se han olvidado totalmente de que no son los métodos del cómo enseñar los que darán buenos resultados en la educación, sino la finalidad de educar, misma que, aunque está establecida perfectamente en algunas disposiciones normativas del derecho, parece no que se toman en cuenta para establecer los contenidos de programas y planes de estudio. Se está educando para tener no para ser.

La educación se concibe ahora como un elemento más de apoyo al mercado dentro del concepto de neoliberalismo. Ahora se habla de competencias, como las finalidades de un proceso educativo. Competencia que sugieren que los alumnos deben ser competentes para ejercer una actividad profesional, sin reparar si ese profesional, en el caso universitario, será competente como ser humano. Se educa para tener una habilidad técnica o de otro tipo, pero que corresponda a las exigencias de un mercado de trabajo y se abandona el desarrollo armónico de su potencial humano.

La Universidad Autónoma de Baja California, donde tuve el privilegio de ser educado profesionalmente y después impartir cátedra por muchos años, ostenta un lema: “Por la realización plena del hombre”, lema que a mi entender, muestra sin duda, la finalidad de la educación. Se debe educar para tener mejores seres humanos no para proveer únicamente a un mercado laborar o a un sector económico de empleados competentes.

Con esta primera intervención doy comienzo a una serie de reflexiones sobre el tema educativo y, naturalmente, invito a los lectores a intervenir en este interesante campo del desarrollo humano con sus ideas y propuestas. Nadie negara en estos y en otros tiempos, que la educación es y será la llave de todo el desarrollo armonioso de las sociedades humanas y que la alternativa para lograr un mejor mundo pasa necesariamente por la educación. No abandonemos este campo de actividad para beneficio de las generaciones venideras, pensando que por no estar inmersos directamente en la actividad educativa, en los centros de enseñanza formales, no podemos hacer algo por ella.

Considero que el tema “¿Educar para Ser o Tener?” no termina aquí, por lo que me propongo desarrollarlo en una segunda parte de mi próxima intervención extendiendo el mismo al rescate de las ideas de los grandes pensadores educativos que dieron forma y sentido al quehacer educativo mundial.

Alberto Guzmán Lavenant

Diccionario de la Real Academia Española

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. TÍTULO PRIMERO CAPÍTULO I DE LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES. Artículo 3


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