
Jorge Sors, Venezolano de nacimiento y nacionalizado Checo, actualmente radicado en La Isla de Margarita, siente que una fusión cultural corre por sus venas. Nacido en 1980. Administrador y constructor de profesión, escritor, bohemio, pintor y poeta de vocación, sus narrativas y prosas expuestas en su blog, “Notas desde el alma”, son el desahogo de una sociedad decadente llena de escollos y ciega ante el mundo que les rodea, a veces reflexivo, en otras ocasiones jocoso y hasta hiriente.
Depositario constante de sus narrativas y prosas en su blog para ser digerido por quienes deseen recibir una bocanada de aire fresco, una palmada en el hombro y, si estás somnoliento, una bofetada directa que te traiga de vuelta a la realidad. Se funde en temas cotidianos, religiosos y hasta surrealistas.
Inspirado por las raíces que dejó fundamentadas su abuelo materno, quien también escribía poesías y narrativas, decidió descargar sus pensamientos complejos y plasmar en letras todas aquellas inquietudes creativas que pudiesen ser representativas en el acontecer diario de la vida de otros y dejar huella en sus lectores, hace ya mas de 8 años que impulsa poco a poco su afán por descargar a puño y letra todas esas ideas que conforman sus pensamientos extensos y compuestos.
Gracias a la colaboración de otros poetas latinoamericanos y europeos ha logrado mantener vivo el desafío de dar a conocer todo su material y lo extenso de su obra. Algunas publicaciones digitales acompañan esta tarea como, por ejemplo, lo publicado en www.resonancias.org, http://lasombradelmembrillo.com, http://poetassigloveintiuno.blogspot.com.
Actualmente escribe sus primeras novelas en las que desentraña su faceta más oscura y ha recibido el apoyo de algunos escritores como Enrique Gracia Trinidad, Fernando Sabido Sánchez, André Cruchaga, Gonzalo Melgar entre otros, a quienes agradece profundamente por ser un aliento en este ahogo de palabras que se revuelcan en su mente.
La pintura también forma parte de este descontrolado placer de manifestar lo que se encuentra grabado en el subconsciente y dejarlo como huella clara para la humanidad.
Como garantía de su palabra nos deja para la consideración una de sus frases: “La mente tiene el poder de sanarlo todo y también el de destruir hasta la última molécula de nuestro ser”.
Parte de su obra:
TraiCión
Se ha sellado un pacto aparentemente creíble y noble cargado de promesas y buenas intenciones, tarde fatídica aquella en que te tropezó el destino haciéndote llegar a mí, ya repuesto de miradas frías y frases vacías que dejaron en los bolsillos de mi traje una docena de falsos profetas y redentores de oficio, se decidió el viento a dejar correr aromas de fructosa pútrida y alcohol que sellaron alianzas tristes carentes de futuro, los actos de quienes son capaces de mentir aún viéndote a los ojos son más dañinos que el ácido sobre la piel.
Se presenta el enemigo con su ropa servil y su mirada acuciosa, con dulce labia te envuelve y te transporta a paraísos venideros pero que en la realidad nunca existirán, te estrechan la mano y luego empiezan a mudar la piel cual víboras mortíferas. Un habano de férreo aroma dispersó mi aliento aquella tarde soleada, yo en mis faenas diarias y con el sudor copando a borbotones mi frente contemplaba la solitaria hierva que sucia y llena de basura rodeaba aquel lugar apartado y aunque ruidos ensordecedores de tendencia intermitente interrumpían mi mirada abstracta y vacilante aún percibía una aparente calma en este enrarecido ambiente, llegó entonces aquel ilusionista y charlatán conquistando mis oídos con suaves melodías e historias de un pasado frustrante y lleno de heridas pero con un sueño en los ojos el cual luego se transformaría en una pesadilla obscura e imborrable.
Una plática prolongada me llevó a confiar y decidí no cuestionarme, ni siquiera consulté mis instintos y me deje llevar y así se fraguó aquella armazón de ofertas para el mercado y estampitas donde se entreveía su silueta obscura tras la máscara sonriente y la actitud a veces súbita de una posible amistad que fuese más allá de los intereses que comercialmente pudiesen conllevarnos a lo que fue una sociedad de mentes en acción y capitales circulantes.
Llegó el tiempo del dinero, las deudas y los pesares de toda empresa que trata de levantarse poco a poco de un suelo frío plagado de deseos y frustraciones pero con éste llegó también la sombra de la envidia y la avaricia, sentí la sangre correr turbia y cálida por mi espalda y un dolor punzante que me recorría implacablemente, me toqué desesperado y vi mis manos manchadas y entremezclándose con el carmesí de mi herida y el negro néctar de la traición, me aparté vencido y moribundo y te dejé libre el camino, puedes pensar que has ganado pero ahora no me siento derrotado, nunca te ofreceré la otra mejilla ni pecho en pié para que culmines tu macabra obra, tampoco buscaré venganza ni retaliaciones, te he perdonado, no espero que castigo alguno caiga sobre ti sino que lo dejo todo al destino ciego y peligroso y la apacible justicia del creador que dará cuenta de lo que me has hecho y de tu profunda traición.
Todo termina
Todo se acaba, todo termina y pasamos la vida entera tratando de recomponer lo que se ha desarmado frente a nuestros ojos, vamos recogiendo las piezas caídas y tratando de volverlas a colocar en su lugar pero muchas veces ya es tarde, los tornillos se han dañado, las tuercas atascado y las piezas oxidado y en resumen es como tratar de hacer andar un auto que se descompuso y quedó en el olvido durante años incluso décadas, la tarea es muy ardua y en muchas ocasiones infructuosa. Buscamos nuevas formas y nuevas piezas que remplacen las estropeadas e inclusive algunas veces injertamos otras que ni siquiera corresponden pero persiste el daño y se ha perdido tiempo mucho tiempo el cual no podemos recuperar de ninguna manera, es preferible aceptar la perdida y descontar el hecho de que nada cubrirá el sentimiento pero es justo aceptar y dejar atrás lo que no se puede lograr, ya sea porque en muchos casos se escapa de nuestras manos o porque es tarde y no hay formulas mágicas que vuelvan a componer esto que añoramos.
Sepultar el sentimiento y quemar los rastros de todo lo que nos ate a ese pasado que permanecerá congelado por siempre, ya que no podemos retrocedes y ajustar todos los hechos y acontecimientos para evitar el futuro que conocemos afectará dicha forma o persona, es como observar una foto antigua de nosotros mismos y tratar de volver atrás, es imposible sólo tenemos el ahora y el devenir que es meramente incertidumbre y angustia por no volver a caer y tener que rememorar nuestra perdida.
El llanto apagará las brasas ardientes que aún siguen encendidas en un escollo de nuestra mente pero debemos dejarlo salir, explotar todo ese mineral que guardamos celosamente en las cavernas de nuestra memoria y hacer con el prendas que se conviertan en lustrados artilugios que evoquen victorias y no penas, a veces sentirás tu cuerpo arder en llamas y que éstas pueden consumir tu existencia pero debes ser capaz de superar éste fuego que nos destruye y enfriar todo recuerdo imprudente, toda palabra extraviada y cada ceniza se despegará sola encausando su camino junto al viento alejándose pasiva dejándonos continuar con una piel renovada.
Cuando nos apoyamos en una mentira y dejamos que ronde nuestra percepción haciéndose fuerte vivimos en un engaño constante envueltos en una farsa de nuestra propia conciencia, sabiendo que no hemos atendido el llamado del alma y aceptando que el destino que forjamos haya sido bueno o malo lo labramos nosotros mismos a pulso y sudor dejando el equipo innecesario en el camino y cargando con sólo lo necesario o arrastrando colgajos de penas y culpas, de agresiones y agravios siendo reyes de un mundo inexistente o lacayos de una mugrienta tierra infértil.
Es preferible dejar un vacío en nuestro corazón que jamás será llenado por nada ni nadie que ajustarnos y rellenarlo con periódicos viejos y sobras de espasmos y sollozos recogidos del suelo.
ReFleXión de DominGo por LA tArdE…!
La fortuna y las bienaventuranzas nunca llegan a tiempo, siempre tarde nos llega la satisfacción y la calma, nunca viene sola la dicha algunas penas y desgracias arrastra y va dejando un rastro pestilente de sedimentos con toda esa basura que transporta como una inapropiada carga.
Fortuna…¿Qué es la fortuna?, será todo ese amasijo de objetos, trastes, muebles, autos, condominios, pisos, chalets, relojes de oro, anillos Cartier y todas las papeletas abaladas por el banco emisor que llevamos en la billetera o será encontrar un estado mental y consiente que nos permita convivir día a día con la realidad de forma apacible, libre de culpas, trastornos, deudas, insalubridad y en una eterna paz, ¿Qué a atesoramos más?, serán los bonos, o los papeles de la deuda que adquirimos, las monedas extranjeras y todo lo que guardamos celosamente lejos de la vista de todos o será encontrar un ser que comparta nuestra existencia, nuestros momentos de decadencia e intolerancia y los de calma y sosiego, los de amor y lujuria, los de deseo y decepción. Se atora la saliva en la garganta y no podemos deglutir nuestros propios impulsos, nuestros deseos incontrolables de avaricia y acaparamiento, y no digo con esto que sea malo el hecho de ser, tener y poseer, de lograr superarse y controlar a placer nuestras bienhechurías, me refiero a qué abonamos al alma, qué depositamos en ese baúl que de seguro no sabemos ni donde pusimos la llave, siempre olvidado, siempre solitario, lleno de telarañas y desprolijo por el hastío.
Legamos con nuestra partida un montón de objetos pero a donde va a parar esa valiosa pieza que dejamos oculta en al baúl del rincón de nuestro propio ser, que hacemos con los sentimientos encontrados, los amoríos rotos, las esperas eternas, los proyectos inconclusos y las buenas acciones que dejamos en los bolsillos prontas a ser enmarcadas, las sonrisas que no usamos, y los besos que recolectamos, las lágrimas que regaron nuestras estancias, la guitarra que nunca sonó y los amaneceres que nuestros ojos cansados no contemplaron, las noche sudorosas y de desvelo, los placeres secretos y los lunes atareados, sólo queda apilarlos y quemarlos dejando que las cenizas sean esparcidas por el viento y que una de esas diminutas partículas se incruste en la memoria de quienes pudieron conocer de nuestras acciones y den gloria a nuestros logros y olvido a nuestras batallas fallidas, pero el alma ¿Dónde va el alma?…, será que se quema también o realmente llegaremos a encontrar lo que nunca buscamos en ésta existencia previa o vagará eternamente en un sueño de triste desespero. Estará Dios al final de la sierra esperando nuestra llegada a esas frías y lejanas tierras o se nos juzgará por esas innumerables ocasiones en que hemos decidido ser autosuficientes dueños de la verdad y de la justicia, incriminadores y difamadores de las heridas que nos hemos causado nosotros mismos hechándole las culpas a Dios, hemos pecado de soberbios y levantando un muro que nos incomunique con él realizamos actos de dudosa credibilidad y con superfluos atributos adornamos lo que en el fondo era la terrible materialización de nuestro deseo irrefrenable de dominar y vencer a cuesta de lo que sea. Cuantas veces vimos al enemigo caer y nos regodeamos en su dolor y su extravío saboreando el dulce néctar de la venganza y dejándole solo el amargo bagazo en la copa que le brindamos. Y que de las veces en las que perdonamos pero no olvidamos y vamos llenando el envase con silentes fracasos y pasos equivocados embarrados que al pasar de los años sacamos añejados y volvemos a engrudarlos en nuestras manos, que fácil es achacar las culpas de nuestros errores a otros y deshacernos de la culposa idea que hemos desarrollado y qué de las veces que hemos odiado aún inconscientemente.
Ahí dejo plantada ésta semilla de discordia para algunos y de felicidad verdadera para quien sepa regarla y replantearse su existencia en éste acto y en éste preciso momento.
No escupas tu propio alimento y menos vomites sobre lo que darás a otros.
Oración
Perdóname señor por maldecir aunque sea desde un recodo de mi mente agazapado en una esquina mostrándome sórdido y renuente a perdonar a quien me ha timado, a quien ha jugado con las palabras justas que delirantemente me han envuelto en un sueño tormentoso y me han depositado en un escoyo de rabia y recelo, me encolerizo y evoco la venganza y quiero sus lágrimas enjugando mis pesares pero sé que te debo gloria eterna y que sólo tu como ser supremo y divino creador sabes por qué a veces se desbocan las conciencias, se engaña al afable y se doblega al caído haciéndole humillarse sobre sus propias derrotas.
Por qué padre santo nos llegan éstas figuras diabólicas que nos creen torpes e ineptos, incapaces de darnos cuenta de su burla y su maltrato si viéndoles a los ojos ya conocemos que vienen del averno a ocasionarnos desidia y rebeldía contra ti, por qué somos incapaces de aceptar tus designios y renunciar a nuestros intereses personales sabiendo los tuyos muy superiores a nuestras débiles solicitudes.
Padre perdóname cuando quiero destruir a mi enemigo y aplastarle como a una serpiente venenosa, pero son también estas tus criaturas y debemos convivir con estas en armonía haciendo honor a tu gloria, hoy pido que me bañes de tolerancia, que viertas sobre mi cabeza la más clara de las virtudes y que no sea otra que la paciencia, lléname de tu espíritu santo para poder discernir entre la altanería y la malicia, y permíteme eternamente perdonar a quien me ha matado…, aunque esa muerte haya sido sólo una sensación corpórea.
Su web: