La música de las esferas

Atenea junto a las musas, de Frans Floris (c. 1560)

Todos hemos relacionado alguna vez, una determinada canción o sonido, a momentos que han marcado una parte de nuestra vida.

El arte en general, es una manifestación de nuestras emociones. El miedo, la frustración, el amor y el desamor, el dolor y la alegría, etcétera, dejan de colapsar nuestro interior, y se expanden a través de la creación.

Resulta fácil recordar, a través de un acorde que nos desplaza a otro tiempo, y gracias a nuestra memoria «musical y emocional», instantes del pasado, y cómo, por ejemplo, por aquel entonces calzábamos coletas o chocábamos chapas, mientras nos rifábamos un caramelo a «piedra, papel o tijera», o podemos recordar una primera cita, un desengaño amoroso.

Es importante la existencia de un feedback entre la creación del artista y el «consumo» y disfrute de la misma, porque, tanto la música, como las letras, la pintura, o cualquier otra manifestación artística, son comunicaciones profundas que van de alma a alma eliminando cualquier «posible» frontera de idiomas, distancias, culturas, etc.

Ya en la antigua Grecia, se relacionaba la música (palabra cuya raíz sería «mousai» o «mousake») con las divinidades, y era representada por nueve musas.

Cada musa, estaba unida a otra, representando un todo, en el que el arte de la poesía, la elocuencia, la danza o la música, eran venerados como una parte esencial y existencial dentro de la cultura clásica.

Pensadores y matemáticos, han relacionado la música con el universo y con los números, porque forma parte de nuestra física según el comportamiento que tiene en el espacio. La neurociencia trabaja en la influencia que tiene en el desarrollo cerebral, y los psicólogos y terapeutas la utilizan para lograr mejoras en el equilibrio cuerpo/mente y como medicina alternativa en numerosas enfermedades o necesidades del individuo.

Amigos, con la música, nos adentramos en un infinito que nos envuelve y seduce, que nos habla a gritos, en silencio, con sigilo, con desgarro y de todas las maneras posibles e imaginables de las emociones, los números y la locura de vivir y estar inmersos en ese misterio llamado vida o mundo.

Desde clásicos, como Mozart, que utilizó parte de su obra (nueve sinfonías conocidas) ligadas a la masonería, hasta Bach, capaz de llegar a hacer grandes composiciones «capicúas», cuya lectura musical podía hacerse de principio a fin y de fin a principio del mismo modo; hasta grupos que se han ido modernizando y adaptando a las necesidades emocionales de la sociedad, dentro del jazz, blues, rock, progresivo, new age; y todo esto sin olvidarnos de aquel poeta/trovador, que ha llegado a día de hoy como cantautor o poeta musical.

Así pues, os invito a hacer con nosotros, el viaje más hermoso de vuestra vida.

Bienvenidos a «La música de las esferas»…

Os invito a ver, en la sección de «Musicales», los vídeos que estamos colocando como complemento a este espacio:

La Música y la Física, El Orden del UniVerso

Física y Música

Víctor Urís

Mayte Albores


Un comentario
  1. Alicia

    Gracias por crear esta pagina, con verdades y hermosa musica.

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